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Bitácora

José Atarés, adiós a una persona

José Atarés, ‘Pepe’

Tuve la suerte de conocer a José Atarés hace ya muchos años, gracias en principio a las redes sociales, que en algunas ocasiones eliminan las barreras físicas entre las personas, como es el caso.

Después de mucho Internet, nos conocimos cara a cara. Durante una etapa de nuestro diario, incluso colaboró con nosotros con sus reflexiones…

«…si alguien me ha hecho mantener la esperanza en que existen políticos honestos, no corruptos, honrados,… ese ha sido José Atarés.»

Pepe, y lo llamo así porque ese era él, siempre nos tuteamos, Pepe era un hombre del pueblo, y para el pueblo: próximo, cercano, accesible, virtud ésta que no adorna a muchos ‘servidores públicos’, que se creen investidos de divinos poderes y no dejan de mirar a los ciudadanos por encima del hombro, o a lo máximo se maquillan de populismo barato. Pepe no, Pepe era ‘llano’, sencillo, simple.  Transmitía lo que era, y era lo que transmitía. Su mirada no engañaba, no dejaba entrever dobleces y artimañas.

Te trataba como a un igual. Siempre tenía la línea abierta para atenderte y, si no podía, te pedía disculpas… como debe hacer la gente educada.

Tuvimos nuestro punto de fricción con el asunto del trasvase del Ebro, lógico… ya se sabe, el Partido manda, y quien está en él debe obedecer, cosas de la partitocracia… Pero siempre nos mantuvimos bien anclados en el respeto mutuo, a nivel personal.

Con el tiempo dejamos de tener contacto… y ya sólo coincidíamos, de vez en cuando, en la estación del AVE en Zaragoza. Yo iba/venía a/de Madrid o Barcelona, y él iba o venía de Madrid… pero siempre teníamos unos minutos para saludarnos, ponernos al día, y sonreírnos… porque Pepe solía regalarte una sonrisa, unas palabras amables, en cada encuentro, por breve que fuera. Un abrazo verbal sincero, sentido.

Sí, José Atarés era para mi lo más próximo que he conocido a un Alcalde/Senador que pisa la calle por el mismo lugar que la pisamos el resto de los mortales, y no elevado a diez metros sobre el suelo.

Y sí, si alguien me ha hecho mantener la esperanza en que existen políticos honestos, no corruptos, honrados,… ese ha sido José Atarés.

Así que amigo, allá donde estés, siéntete satisfecho; aquí intentaste hacerlo lo mejor posible.

Por Raúl Tristán

Psicólogo Sanitario Col. A-03021. Director del Centro para la Salud Mental y el Bienestar Emocional 'Escuela de Vida GAIA'.

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